La turquesa tiene un poder espiritual muy amplio para sanar, proteger y elevar la conciencia de quien la utiliza
 
Comunicación: Mejora la comunicación, fomenta la expresión honesta de ideas y sentimientos. Ayuda a hablar con la verdad.
Sanación: Tiene una energía sanadora muy fuerte tanto a nivel físico, mental como emocional.
Purificación: Limpia y elimina toxinas del cuerpo y las emociones negativas como el odio, ira, envidia.
Protección: Crear un escudo protector contra la negatividad y la mala vibración. Ayuda en la toma de decisiones.
Intuición: Estimula las habilidades psíquicas y la conexión con la sabiduría interior.
Visión: Brinda claridad mental y amplitud de miras. Ayuda a ver la verdad y los diferentes ángulos de una situación.
Estabilidad: Otorga calma, relaja la mente inquieta y reduce el exceso de pensamiento. Promueve la estabilidad emocional.
Espiritualidad: Conecta con la energía de la Madre Tierra. Puede facilitar estados meditativos profundos de unidad.
Valores: Refuerza valores positivos como la amistad, hermandad, lealtad y respeto por toda forma de vida.