Desde el inicio de la creación, cuando el hombre entra en conciencia de su esencia divina se dió cuenta de la importancia de su libre albedrío. De que era dueño de su vida, de todo lo que le pasaba, lo que sentia , lo que pensaba y cómo se relacionaba con todo su entorno, incluyendo a las personas, la naturaleza y la energía universal.
Cuando las esferas del poder se dieron cuenta de la vulnerabilidad de los pensamientos de los hombres, usaron esto para manipularlos y obtener más poder y los beneficios que estos conlleva, entonces se las ingeniaron para hacerles creer que dependían de ellos de alguna manera y si no seguían sus principios y reglas, les podia ir muy mal, el peor castigo que se podía tener era ser excluido de la sociedad, ya que el hombre es un ser social. Por esto las personas que elevaron su consciencia y se re-conocieron en su divinidad fueron señalados como herejes y fueron perseguidos hasta la muerte, muchos de los que empezaban a darse cuenta se reprimieron con tal de no sufrir las consecuencias y seguir siendo parte.
La magia está determinada por el elemento de la inocencia, aquella que necesitamos para maravillarnos de la bendición que es la vida. Si podemos ser más analíticos y más intuitivos, solo tenemos que dejarnos llevar por los impulsos del corazón y escuchar a nuestros cuerpos, y de esta forma nos acercaremos a nuestra esencia y así podremos manifestar lo que realmente queremos desde la coherencia del ser; hablar lo que pensamos, pensar lo que sentimos y sentir lo que nos motiva, nuestros propios deseos, etc, entonces, estaremos haciendo Magia.
Para llegar más rápido a realizar estas manifestaciones, tenemos herramientas que han sido usadas por nuestros ancestros, desde el principio de la humanidad. Estas nos ayudan a conectar con nuestro subconsciente y la información ahí guardada, la ancestral y la propia, y desde ahí cambiar la realidad, ver más allá. Los cuarzos, las plantas sagradas y los elementos de poder como símbolos, geometría sagrada, varitas mágicas, tapetes de altar o mishas, aguas espirituales, velas consagradas y todo aquello que nos conecte de nuevo con nuestro divino poder de manifestación. No tengamos miedo de usarlas, están ahí como legado ancestral y han sido usadas por miles de años y comprobadas a prueba y error por muchísimas civilizaciones y culturas.
La magia siempre ha estado en tú interior, sólo debes despertar al Mago!