Desde que éramos pequeños aprendimos a relacionar el Amor con papá y mamá, ya que ellos nos mostraron cómo es que se amaba, tanto las personas que fueron importantes en nuestra infancia. De ahí empieza la búsqueda en la que sólo queremos encontrar con quién repetir ese tipo de Amor.
Cuando vivimos inconscientes, donde nuestro subconciente opera el 95% de nuestra vida, nos llama la atención y nos enamoramos de aquellos que en el fondo nos muestran las mismas maneras de amar. Por ejemplo, sucede que si mi madre no me escuchaba y me ignoraba por ser pequeña, entonces escogeré una pareja que en determinado momento no me escuche ni le interese lo que yo tenga que decir, o si mi padre me gritaba o golpeaba, de alguna forma me las ingeniaré para que mi pareja ejerza algún tipo de violencia en mi contra.
Cuando entramos en consciencia de que no hay forma perfecta de Amar y de que los conflictos que hemos tenido en pareja han sido atraídos por nosotros mismos para recordarnos cómo nuestros padres nos amaban, aunque esas maneras no hayan sido las mejores. Al darnos cuenta, empezamos a amarnos a nosotros mismos primero (autoestima), y nos aceptamos y valoramos lo suficiente para no necesitar a alguien más, entonces conseguiremos el amor ideal dentro de nosotros y después si queremos compartir esa felicidad y ese amor con alguien más será por libre elección.
Hay que saber que debemos trabajar y cultivar nuestras propias virtudes sin intervenir en el libre albedrío de otro ser humano, seguro encontraremos - si es esa la meta- a una pareja espejo que nos refleje sólo lo que ya Somos individualmente.
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